La preparación arranca un año antes. Trabajan entre 400 y 500 personas, 100 camiones para la logística, 12 generadores y el particular sistema para alimentar a su población durante tres semanas. El detrás de escena de la carrera más dura del mundo.
(Enviado especial a Arabia Saudita) La actividad es intensa en el campamento de Bisha, ciudad ubicada al sur de Arabia Saudita y que alberga los cuatro primeros días de la competencia en la edición número 47 del Rally Dakar. Es la sexta consecutiva que se desarrolla en dicho país de Medio Oriente, que renovó su contrato para tener a la carrera más dura del mundo hasta 2029. Los relojes y la velocidad llegarán de forma oficial este viernes con un prólogo de 29 kilómetros cronometrados. Los trabajos no cesan en las carpas que hacen las veces de garajes como si fuesen boxes gigantes. Se trata de una aldea nómada de 3.500 personas que se va trasladando de sedes y cuya logística comienza a armarse un año antes.
A unos 30 kilómetros de la ciudad y sobre la Ruta 30, se ubica el campamento rodeado de montañas y con una temperatura que no pasa de los 20 grados durante el día y baja en la noche. El viento se hace sentir y el polvo que es moneda corriente hace mella sobre la ropa y el cuerpo. Pero esto es el Rally Dakar. Infobae está presente en el evento que se desarrolla en Medio Oriente y pudo averiguar los detalles de cómo se llega a armar esta pequeña ciudad itinerante.
Quizá ya no es el ambiente amateur y de condiciones extremas que soñó el creador de esta carrera, Thierry Sabine, quien en 1977 se perdió en una carrera en África y tras pasar dos noches en el desierto vivió un punto de inflexión que lo llevó a organizar una competencia en la que los participantes pudieran arrojarse a la aventura, pero en un desafío extremo.
A diferencia de las carreras en un autódromo donde los boxes están siempre en el mismo lugar, en las competencias de rally todo se traslada según donde sean las etapas y hay una por día. En esta edición son 12 y como si fuese una pequeña ciudad tiene 19 calles y una avenida central que divide la zona de los competidores y con la organización y el resto de quienes trabajan en el evento.
El comedor recibe 9.000 raciones
Por lo general, el inicio de la competencia es siempre en una ciudad que tenga salida al mar para que la mayor parte de los vehículos puedan llegar en barcos. No se trata solo de los autos, motos y camiones que corren (este año son un total de 339), sino también los vehículos de asistencia de los equipos y la propia organización del evento.
Una vez que finaliza la competencia, Amaury Sport Organisation (ASO), empresa a cargo de la carrera, destina un sector de su staff para comenzar a delinear la logística del año siguiente. Entre abril y junio se define el recorrido y luego una comitiva de emisarios de ASO viaja a los lugares donde se armarán los campamentos que cuentan con una extensión de 30 hectáreas.
En un país donde las temperaturas superan los 40 grados en verano (junio a septiembre), recién en la primera quincena de diciembre se dan las condiciones para comenzar con los trabajos de campo. Primero las máquinas se ocupan de compactar la tierra para que se puedan armar las calles internas y montar las carpas: unas 25 carpas grandes para la sala de prensa (para 150 personas entre periodistas y fotógrafos), el comedor, las verificaciones y otros sectores. También el piso debe estar en condiciones para montar con containers el hospital, los baños y duchas; se destina un sector para las carpas individuales de quienes trabajan en el evento y ubicar los vehículos, tanto de carrera como los de asistencia de los equipos. Eso demora unos 15 días.
Trabajan entre 400 y 500 personas en el área de logística y se contrata mano de obra local. Las tareas surgen de forma intensa en la previa ya que se debe dejar todo preparado en cuanto a la corriente eléctrica y los cables, además de conseguir el mejor lugar para la antena que brinda el servicio de Internet. Pero lo más importante es asegurarse que no habrá cortes en el suministro de energía y por eso se utilizan entre 12 y 15 generadores de gran capacidad.
Los baños y las duchas
También se trabaja con proveedores externos como la recarga de combustible, el servicio médico o parte de los comisarios deportivos y técnicos, sectores que tienen a varios argentinos como protagonista. Se trata de un grupo de profesionales que fueron convocados una vez que el evento dejó Sudamérica, pero debido a la gran experiencia que tiene nuestro país en la organización de las carreras se los siguen contratando.
Los argentinos que trabajan en el evento fueron claves para la transición de Sudamérica a Arabia Saudita, un país que habría invertido unos 75 millones de dólares en su contrato inicial por cinco años, pero que carece de experiencia en la logística y organización de esta clase de competencia. Hubo proveedores locales que respondieron, pero fue vital la intervención de ASO para poder armar la competencia desde que llegó a Medio Oriente en 2020. Este viernes comenzará la acción con el mencionado sprint y el sábado se disputará la primera etapa que tendrá 412 kilómetros contra reloj. En la competencia formarán parte 29 argentinos entre pilotos y navegantes.
Para que todo funcione también son necesarios unos 100 camiones que trabajan alrededor del Bivouac, como también se llama al campamento. Estos vehículos traen los materiales, el equipamiento de la televisión y la comida, otro punto determinante. Salvo los equipos y pilotos de élite, que comen en sus motorhomes o sectores corporativos, el resto de las 3.500 personas se alimentan en el comedor. Se sirve un desayuno, almuerzo, merienda y cena con menús diversos. Allí también están disponibles las 24 horas máquinas de café y heladeras con agua, gaseosas y cerveza sin alcohol, pues en dicho país están prohibidas las bebidas alcohólicas. La comida se prepara en cocinas centrales que están afuera y por lo general se hace en grandes ciudades. Se trasladan 9.500 raciones diarias congeladas en camiones. Una vez que llega al campamento se descongela y se le da un golpe de cocción en ocho cocinas (pueden ser a gas o eléctrica) ubicadas en el sector de catering.
Plano del campamento de Bisha
Tanto los periodistas, personal de la organización, mecánicos y hasta muchos competidores viajan en medios de transportes destinados por ASO. Los traslados son por vía terrestre o aérea. En ese caso se envían ómnibus para buscarlos al aeropuerto. Una vez que se llega al nuevo campamento, todo está listo para que las 3.500 personas puedan desempeñar su labor y puedan tener las condiciones necesarias. No se trata solo del Internet o la corriente eléctrica, ya que también los containers que se usan para los baños cuentan con un personal de limpieza las 24 horas y también hay otros con duchas con agua caliente y buena presión en el agua.
Que el Rally Dakar sea un éxito se requiere de un año de trabajo previo para que en la siguiente edición todo funcione sobre rieles. La aventura y la exigencia también la tienen quienes trabajan en el evento, ya que no están en un hotel y los competidores carecen de glamour, pero en muchos casos mantienen la esencia de ayudar al otro ante un accidente u otros retrasos en plena disputa. El vivir desde adentro este evento permite conocer el detrás de escena de una carrera única cuya adrenalina es adictiva para los que corren y los que están debajo de los vehículos.
Fuente: Infobae.
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