Gonzalo “el Bruja” Martínez preparó la moto eléctrica con su equipo para el durísimo “Desafío del Indio”, una de las pruebas del Campeonato Argentino de Enduro. El futuro de la movilidad, cada vez más presente.
La OKN Thunder, con el Bruja” Martínez como protagonista. (Prensa Desafío del Indio) |
A los seis años se subió por primera vez a una moto. Su abuelo le preguntó si se animaba a andar en una motito en una exposición y aceptó el desafío. No fue una vuelta a un circuito chiquito. Al final, fueron tres. Y fue un camino de ida. Hoy, a sus 44 años, Gonzalo “el Bruja” Martínez sigue disfrutando de las dos ruedas, pero ahora con un lugarcito ganado en la historia. Este cordobés de Almafuerte, con su equipo, puso a correr por primera vez a una moto eléctrica en Argentina. Fue una OKN Thunder en el “Desafío del Indio”, con “Tato” Picco como piloto, en San Francisco del Monte de Oro (San Luis), en una carrera del Campeonato Argentino de Enduro.
“El Bruja” es un apasionado por las motos y viene por herencia familiar. “Mi abuelo tenía un taller de motos y yo me crié ahí”, contó Gonzalo, que hoy tiene un negocio de venta de repuestos y, por supuesto, un equipo que participa en los eventos provinciales y nacionales de la especialidad.
“Es todo diferente la experiencia de subirse a una moto eléctrica”, resumió. Se trata de un vehículo que trae un importador de Córdoba, que es Okinoi. Hace unos diez meses empezaron a desarrollar la moto, junto con Marcelo Sánchez de RPM Cross de Carlos Paz. Alejandro Visokolskis, el dueño de Okinoi, lo llamó y le hizo la propuesta. Martínez la aceptó y se llevó ese “bichito raro” hasta Almafuerte.
“Fue una locura lo que hicimos. La moto no es de competición, sino que es una moto pensada para esparcimiento, que se compararía con una (Yamaha) TTR o una CRS 230. Fuimos a probar a Santa Rosa de Calamuchita, que tiene un circuito con piso duro, uno de los más complicaditos de Córdoba, y la moto nos gustó”, agregó.
El primer paso fue motivante. Pero había que ponerse a trabajar en la moto para prepararla para una gran exigencia. Una vuelta en el “Desafío del Indio” dura una hora y media. Y cualquier vehículo de estas características lo que tiene que demostrar es fiabilidad; es decir, que “se la banca”.
“Las sensaciones son muy distintas en relación a una moto convencional. Esta moto eléctrica tiene mucha más fuerza inicial de abajo. El motor es con cambios nada más que, en vez de ser a explosión, es eléctrica”, describió el almafuertense.
El ingeniero Juan Marcelo lo acompañó en esta aventura para ir conociendo cada una de las piezas electrónicas de la moto. Y se sorprendieron con las bondades del producto.
Pero “los pingos se ven en la cancha” y la Okinoi no decepcionó: “La sometimos a eso a la moto y se la recontrabancó. El propósito nuestro era que la moto llegara y lo logramos. Estamos muy contentos y la empresa está muy embalada para seguir con el desarrollo”, dejó como balance “el Bruja”.
La idea de Martínez y su equipo es seguir trabajando sobre la moto y descubriendo diferentes puntos que le permitan sacar lo mejor de la máquina, antes de volver a correr. Pero la idea está. Es que este trabajo que realiza no solo está pensado para esta moto en particular, sino para que el importador pueda ir puliendo aspectos del producto que vende al público general. “Son productos de muy buena calidad, con muy buenos componentes. A nosotros nos dejó con la boca abierta”, explicó Gonzalo. Y enfatizó: “Siempre es como que tenemos resistencia a lo chino. Pero esto, no. Todos los materiales son de primera calidad. Es un diamante que hay que seguir puliendo”.
Las principales empresas siguen trabajando en el futuro de la movilidad y la eléctrica parece avanzar a pasos agigantados. “El Bruja” Martínez se sube a esta movida y vaticina que en unos cuatro años vamos a ver muy incrementado el parque de motores eléctricos por estos lares. Y contó que en la Feria de China, que es la más grande del mundo en motos y repuestos de motos, tuvo en su última edición un 80 por ciento de vehículos eléctricos y apenas un 20 por ciento de motos con motor a combustión.
¿Y qué se les dice a los tradicionalistas? Ante esa consulta, Martínez afirmó: “Que no se resistan, al menos, a la prueba. Yo tengo 44 años y en su momento me resistí al cambio del motor de dos tiempos al de cuatro tiempos. Es sorprendente la potencia que tiene, lo liviana y lo ágil que es esta moto eléctrica. Además, es muy divertida. La gente se sube a la moto con el preconcepto de que es una porquería, pero los sorprende y para bien. Es un producto que se las trae. Sinceramente, pensé que la íbamos a traer en una bolsa a la moto de la carrera y terminó impecable”.
Mientras, Gonzalo dice que “gana tiempo” en conocer cada vez más sobre esta tecnología. La batería que mueve a esta moto tarda unas cinco horas en cargarse completa con energía eléctrica residencial. Y tiene una vida útil de entre siete y 10 años, si se le hace un correcto mantenimiento.
“El Bruja” está en su salsa. Lo disfruta y la pasión por las dos ruedas (ya sea con motor a combustión o eléctrica) se nota cuando habla. “En el trajín de que estábamos armando la moto y probando todo para correr, no había tomado dimensión de lo que hicimos. Pero cuando volví del viaje, al otro día y ya con la cabeza más fría, caí en la cuenta de haber hecho correr por primera vez a una moto eléctrica, con todo lo que conlleva. Y la responsabilidad porque, quieras o no, la empresa importadora y fabricante de la moto tenía toda la confianza puesta en nosotros, en el equipo. Me siento más que orgulloso. Hace un tiempo que vengo trabajando con mi equipo y tengo tres campeonatos con un piloto. Y el otro día, en el Argentino, pudimos ganar en su categoría también. Venimos haciendo bastante bien las cosas en el enduro. Que nos den esta posibilidad es un orgullo”.
Fuente: Diario La Voz.
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