Las bicisendas se congestionan, en las bicicleterías hay que sacar turno y en las tandas de radio promocionan seguros contra robo. El 2020 terminará con venta de récord de bicicletas, que podrían ascender a 1,7 millones.
La tendencia es global, debido a las nuevas formas de movilidad que impuso la pandemia. La sobredemanda derivó en nuevas fábricas locales, pero también en falta de insumos, con alzas de precios y demoras en las entregas, en un mínimo de dos meses.
En 2020 podrían venderse 1,7 millones de unidades, según cómo resulte el consumo en Navidad. Las proyecciones fueron realizadas por la Cámara industrial de la Motocicleta y Bicicleta (Cimbra).
En 2019 se habían vendido 600 mil, y en 2018, 800 mil. “Los últimos dos años fueron horribles en ventas”, aseguró Daniel Tigani, director de Cimbra.
El último año "bueno" había sido 2017, cuando se vendieron 1,4 millones, y el récord se había ubicado en 2012, con 1,5 millones.
“Cuando termine de imponerse la cultura de la bici, podríamos llegar a 2 millones”, proyectó Tigani. El año que viene el consumo podría mantenerse y desde las cámaras trabajan en un programa de créditos y cuotas con el Ministerio de Desarrollo Productivo, similar al lanzado para las motos.
Desde el mercado explicaron que el pico de venta se debe al coronavirus. “La bicicleta ocupa un lugar clave como vehículo para trasladarse de forma segura y eficiente en las ciudades, frente a la situación de pandemia”, explicaron desde la Cámara de Comercio de Bicicletas y Partes (Commbi). La movilidad en las calles del país aumentó un 83 por ciento, según registros de Google.
Pero el boom de uso fue global. Si bien en algunas capitales europeas las ventas venían creciendo a lo largo de los años, este año varios países tuvieron un pico, debido a la necesidad de las personas de evitar el transporte público. “Estamos ante una escasez internacional de bicicletas”, publicó en junio el diario The New York Times.
La sobredemanda derivó en un aumento de la producción, faltantes de insumos, subas de precios y demoras en las entregas.
“La situación se replica a nivel global y lamentablemente consideramos que no se va a revertir en el corto plazo, porque no depende de actores nacionales, sino que está atada a la dinámica internacional de abastecimiento de insumos”, indicaron desde Commbi.
“Llamo a los proveedores y algunos me pactan las entregas para mayo del 2021, y otros ya me hablan de 2022”, contó Tigani, presidente de Azzurra Bikes.
Inicialmente, la producción se topó con los problemas de todas las industrias: los protocolos y las licencias del personal.
Además, el boom de ventas comenzó en otoño-invierno, cuando es temporada baja. Y los faltantes se profundizaron debido a la escasez de piezas de los proveedores, sobre todo de China.
“Y eso que Argentina está en mejor condición que otros países”, afirmó Tigani, debido a que dijo que hay modelos que tienen el 80 por ciento de las partes integradas localmente.
Esto ocurre en las bicis tradicionales, las llamadas de paseo o playeras, que representan el 50 por ciento del mercado, y cuya reposición tiene abastecimiento.
Distinto es el caso de las más profesionales, las mountain bike, que representan casi la otra mitad del mercado, y donde las bicipartes nacionales son el 20 por ciento del total. “Ahí hay mayores faltantes porque dependemos de proveedores del exterior”, informó Tigani.
Los saltos en los costos de los insumos derivaron en fuertes aumentos en los precios de venta, e inclusive bicicletas que se venden en dólares.
“Pago por un contenedor de partes lo que antes pagaba por tres”, contó Tigani. Las bicicletas más económicas arrancan en 15 mil pesos y las más sofisticadas pueden ascender a 100 mil. Hay modelos eléctricos que pueden superar el millón de pesos.
“La demanda no vio techo todavía”, anticipó Tigani. En Argentina hay alrededor de 25 fábricas, y este año se sumaron más. Rodar Electric aumentó las ventas interanuales en un 85 por ciento y recientemente realizó una inversión de 200 mil dólares.
Specialized invirtió 500 millones de pesos y comenzó a ensamblar en el parque industrial de Garín. Comenzó con la integración de 4500 unidades y planea llegar a 20 mil.
En tanto, en la fábrica de San Nicolás del grupo La Emilia, donde se producían motos, este año comenzaron a ensamblarse las bicicletas Scott, siendo la primera vez que la marca suiza permite este procedimiento en una planta fuera del país.
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