En Alemania se habla de un furor “sin precedentes”: ya se otorgaron 43 nuevas licencias. Y en los Estados Unidos sucede algo similar. ¿Se replicará esto en la Argentina? y en San Pedro? Este verano fue reemplazado por el Desfile de Modas.
Uno por acá, otro por allá, otro por más allá… En Alemania, las solicitudes de asignación de frecuencias para abrir nuevos autocines crece día a día, debido a la pandemia del coronavirus. Sí, vuelve un clásico de los años '70, en este caso, obligados por el aislamiento, la distancia social y la necesidad de asepsia.
Según trascendió, desde principios de marzo, la Agencia Federal de Redes de Alemania ya asignó 43 frecuencias de radio para autocines en todo el país, todo un récord. Y hay otras 80 solicitudes que serán tramitadas rápidamente.
Como en la mayoría de los países, las restricciones que actualmente rigen en Alemania no permiten espectáculos públicos ni la proyección de películas en salas de cine.
La Agencia Federal de Redes es la encargada de otorgar a los autocines un permiso para emitir la pista de audio en las radios de los autos y asegurarse de que no cause interferencias con otras señales.
Actualmente, los autocines están experimentando un auge sin precedentes. Además de las proyecciones de películas, también se han celebrado varios servicios religiosos y conciertos en diversos autocines de Alemania.
Alemania registraba este domingo 140.478 casos confirmados por coronavirus y 4.289 muertes, según un conteo realizado en base a informes oficiales de los 16 estados federados, lo que significa un descenso en la tasa de fallecimientos por la pandemia en relación a este sábado.
Así, el país se prepara para una “reapertura escalonada” de la cuarentena a partir de este lunes 20.
El Instituto Robert Koch de Berlín (RKI), que monitorea las enfermedades contagiosas en Alemania, recordó que a principios de marzo la tasa de propagación era de tres, mientras que ahora es de 0,7 a 0,8 (aunque existe un alto rango de fluctuación estadística de 0,7 a 1 según las regiones), lo que significa que en promedio una persona infecta a no más de una persona, es decir que el número de nuevas infecciones por día está disminuyendo, citó la agencia de noticias Europa Press.
Ante estos números, la canciller alemana, Ángela Merkel, dijo que si bien la lucha contra la pandemia aún no está ganada, se llegó al objetivo intermedio de ralentizar el crecimiento de los contagios y se logró que el avance de las infecciones no ponga en jaque las capacidades del sistema sanitario.
El Autokino Essen es uno de los dos autocines que se mantienen abiertos durante todo el año en Alemania. Desde que se implementó la cuarentena, vendió todas sus proyecciones nocturnas.
“No importa la película que mostremos, la gente sólo quiere salir y ver algo“, afirmó Frank Peciak, gerente de Autokino Essen, quien incluso aceptó que “tenemos los tickets agotados con semanas de anticipación“.
Allí, en los autos no puede haber más de dos personas. Y se restringe el ingreso a los menores.
El autokino de Colonia también tiene sus reservas completas. Según Peciak, “sólo se permiten 250 autos en un lote con capacidad para 1.000, para cumplir con las medidas de distanciamiento social”.
Si bien Alemania fue pionera en este “nuevo furor por los autocines", en los Estados Unidos sucede algo similar. Muchos de los autocines que hasta hace poco estaban a punto de cerrar definitivamente, afirman que hoy poseen hasta el triple de la afluencia normal.
En el diario Los Angeles Times se realizó un relevamiento que indicó que las instalaciones de California, Kansas, Oklahoma, Missouri reabrieron al ver el gran incremento de clientes.
“Fue un alivio para muchas familias, dijo Beau Bianchi, quien administra el gran Paramount Drive-In de la ciudad de Los Angeles. Según Bianchi, allí encuentran “un ambiente seguro y un pequeño escape”.
¿Se podrá traer esta idea a la Argentina? En la Ciudad, cada verano, ya es un clásico el "Autocine en el Rosedal", que el gobierno liderado por Horacio Rodríguez Larreta organiza en la zona del Planetario. Pero esto, queda claro, es otra cosa.
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