Auto nuevo, victoria nueva. Foto La Gaceta.- |
Después de muchos años, Miguel Reginato se despojó del Renault 18 naranja, casi una marca registrada de su persona. En la primera fecha del Campeonato Provincial se subió a un Mitsubishi Lancer que pintó del mismo color y, como solía suceder con su antigua máquina A-7, ganó en la clase RC2N. ¿Será que lo empieza a acostumbrar al primer puesto del podio?
“Fue un buen día, me divertí mucho. Le fui buscando los límites”, explicó el ganador del Rally de El Cadillal. “Aprendí mucho”, sintetizó Reginato, que compitió por primera vez en el torneo local en un vehículo con tracción en las cuatro ruedas. “Al auto no lo conocía”, fue sincero el piloto. “Todavía tengo que aprender, pero la experiencia de tantos años es lo que me permite acelerar”, apuntó Reginato.
El otro integral que finalizó fue el Subaru Impreza conducido por Juan Manuel Santos (el de Luciano Ramos terminó, pero como reenganchado). Contrariamente al experimentado ganador de la primera fecha, hacía su debut absoluto. “No esperaba sentirme tan bien”, dijo sorprendido. La actitud de Santos puede comprenderse, ya que el piloto no pasó nunca por categorías de tracción simple. “También es mucho más seguro arrancar en un auto integral”, analizó Santos, que agradeció a Tomás García Hamilton, propietario de la máquina, que le dio la oportunidad de correr. No fue Santos quien escoltó a Reginato en el clasificador general, fueron dos A-6 los que se lucieron. El mejor fue el Fiat Regatta de Juan María Posse, que en el quinto y último especial se la jugó. “Anduvimos siempre al límite. Por suerte en la última pasada, cuando salimos a quemar todas las naves, nos salió un tramo muy bueno e hicimos la diferencia para ganar”, detalló el concepcionense, que le sacó menos de dos segundos al santiagueño Agustín Ceruti.
En la A-7, la divisional más potente después de la RC2N, Andrés Reginato quedó en soledad en el último especial. “Gané porque somos pocos”, dijo Reginato entre serio y bromista. “Es algo triste”, lamentó el piloto que mantiene intactas las esperanzas de que en la segunda fecha el parque de autos sea mayor en todas las categorías. La N-1 quedó en poder de José Aybar, que obtuvo su primera victoria en la clase. “Veníamos de una racha de un año con abandonos y cosas que se rompían. Estoy muy contento y le agradezco a mi ‘viejo’ que está en el cielo por este triunfo”, se emocionó el piloto del VW Gol.
Elías, con navegante nuevo, ganó la A-5
En el comienzo de temporada, los hermanos Elías no pudieron formar dupla. Alejandro se recupera de una intervención quirúrgica, por lo que Pablo corrió con Horacio De Grande. “Es un amigo, que debuta ganando así que es especial”, celebró el piloto. “Empezamos con el pie derecho, algo que no pasó el año pasado. Se nos rompían cosas que a otros no. Tenemos el auto que queríamos”, dijo entusiasmado Elías. El ganador anticipó que estará en la segunda fecha y podría correr en el campeonato catamarqueño.
El trabajo, clave para que Drube triunfe en la A-5s
Karim Drube fue contundente cuando tuvo que explicar su victoria. “Mucho trabajo previo”, sintetizó. Las condiciones climáticas plantearon un desafío para Drube. “Llovió durante la noche y yo tengo poca experiencia en el barro”, explicó. La jornada en El Cadillal había comenzado con las nubes tapando las montañas, pero a las pocas horas el sol acompañó y los suelos mejoraron.
Fuente: La Gaceta.
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