Por Ale Carlos Massa.
Hoy 27 de septiembre se celebra en todo el mundo el Día del Turísmo: La industria sin chimeneas, la que genera miles de ingresos a las familias, la de la diversidad y la inclusión.
Pero lejos de festejar lo que tenemos que plantearnos seriamente en San Pedro de Colalao (considerado la primer villa turística de Tucumán) es como estamos y hacia donde queremos ir con esta actividad tan beneficiosa. Y es que sucede (hilando fino) que nuestro pueblo llamado: "La Sucursal del Cielo" está muy lejos de prestar un servicio de calidad con esta actividad. Lo del Turismo todo el año nos queda muy grande e incluso en la supuesta temporada alta la ocupación hotelera a bajado, salvo por algún fin de semana o actividad especial.
Pero no hay que buscar quien tiene la culpa, no hay tiempo para eso. Simplemente estamos en un mundo globalizado que avanza a niveles que asustan y nos quedamos en el tiempo.
Ese es el panorama y desde aquí debemos replantearnos: Queremos ser la ciudad turística de primer nivel de la cual los que vivimos aquí nos sintamos orgullosos y donde los turistas salgan con una sonrisa de oreja a oreja. Y esto depende de todos: de las políticas de estado, desde el ámbito privado, del sector turístico y desde cada habitante del pueblo.
La capacitación constante es muy importante, las mismas las brinda el Ente Tucumán Turismo o el Ministerio de Turismo de la Nación donde se pueden realizar cursos gratuitos y también a distancia. Si somos prestadores de servicio no tenemos que negarnos a esto. Y mucho menos a la amabilidad en la atención, a la calidad de oferta; también son la clave.
Otra manera de pensar esta actividad es de manera sustentable, según la OMT : "es el turismo cuyos patrones de producción fueron acordados
participativamente entre el sector público, privado y la sociedad civil;
conservando y promoviendo los recursos naturales, así como el patrimonio y los
valores sociales y culturales. Que utiliza insumos y artefactos de alto grado
de eficiencia de recursos y energía y cuenta con políticas para la reducción
del consumo; contempla el reciclado de todo residuo generado y la eliminación
de materiales que no sean pasibles de recuperación. Cuenta asimismo, con
mecanismos de participación e información para empleados, integra personal con
discapacidad y prioriza a la población local y de comunidades originarias,
posee espacios de trabajo y salarios dignos y genera una distribución
equitativa de sus ingresos. Es por último, desarrollado por los viajeros bajo
una conducta respetuosa de los múltiples impactos que genera y con una visión
gubernamental de integración y sostenibilidad"
En palabras simples es el turismo que perdura en el tiempo sin degradarse y que brinda beneficios directos a la población local. Y sus pilares son el económico, el social - cultural y el medioambiental.
Y justamente el Día Mundial del Turismo (DMT) de este año presta especial atención a la contribución del turismo a uno de los pilares fundamentales para conseguir un futuro más sostenible para todos: el desarrollo comunitario. Dicho interés está en consonancia con la transición mundial hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible que las Naciones Unidas promueven como los principios a seguir después del 2015.
El turismo, que representa el 9 % del PIB mundial, genera uno de cada 11 puestos de trabajo en el mundo y es un sector fundamental de generación de ingresos en las economías emergentes y en desarrollo, está ampliamente reconocido por su capacidad para responder a los desafíos mundiales. La consolidación de la influencia económica del turismo ha aumentado su responsabilidad social y su relevancia política, y cada vez son más los países que dan un mayor peso al turismo en la planificación de sus políticas económicas y de desarrollo.
Con esa especial atención a la comunidad, el DMT hace hincapié en cómo el turismo puede propiciar y potenciar el desarrollo sostenible a nivel comunitario. El turismo basado en la comunidad involucra a la población local en los procesos de toma de decisiones en función de las prioridades de cada lugar. La oportunidad de formar parte de la cadena de valor del sector turístico hace partícipes a las comunidades anfitrionas, que intervienen de forma activa en el proceso de desarrollo. De esta forma, el turismo se convierte en un catalizador de la cohesión social y va más allá de la repercusión inmediata en la creación de empleo y sus consecuencias económicas positivas. El turismo contribuye a mejorar, por ejemplo, la capacidad de gobernanza local, que multiplica aún más el efecto del turismo.
Es hora de replantear la actividad en nuestro San Pedro de Colalao, hay que unirse a la red global y conocer las exigencias de los visitantes. Es hora de aumentar, mejorar y hacer de calidad nuestra oferta. Es hora de poner manos a la obra.
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