Así largaron en Rosario. Foto ASO - DPPI. |
Fue una fiesta en Rosario con la rampa de largada simbólica y con más de un millón de personas presentes. Ese fue el recibimiento para los más de 400 pilotos que se largarán a la aventura de la sexta edición sudamericana del Rally Dakar. A las 4 de la mañana partió la primer moto desde Santa Fe hacia el comienzo de la especial en la provincia de Córdoba, donde pondrán velocidad a partir de las 10. Finalizará la jornada con un vivac en San Luis por primera vez.
Los
pilotos del Dakar han ido superando a lo largo de tres días las
verificaciones técnicas y administrativas en el City Center de
Rosario. Ahora se abren las apuestas para dilucidar quiénes serán los
vencedores de entre los 431 vehículos (174 motos, 40 quads, 147 coches y 70 camiones) con luz verde para disputar la primera etapa.
Los Mini se han acostumbrado a dejar huella en el Dakar, sobre todo tras las últimas dos victorias consecutivas de Stéphane Peterhansel.
En la edición de 2014, la demostración de fuerza impresiona ya
desde la entrada misma del equipo X-Raid al emplazamiento de las
verificaciones. Con 12 coches, 11 de ellos Minis, el convoy que avanza
hacia los stands corta la respiración a cualquiera. En cuanto a los
efectivos, y dejando aparte a los 24 pilotos y copilotos que entrarán
de verdad en el habitáculo de los vehículos, la
escudería ha movilizado a cerca de 150 personas. “El mayor equipo de
la historia del Dakar”, deja caer “Peter”,
impresionado él también por el dispositivo desplegado. Para el
defensor del título, los rivales surgen cada vez con más fuerza en su
propio clan. “El que más miedo me da es Nani Roma”, comenta Peterhansel, mientras que Nasser Al-Attiyah, de vuelta en el equipo de Sven Quandt,
pone todas las cartas sobre la mesa al hablar de sus opciones
estratégicas: “Mi intención es ganar el Dakar”. Un poco más mesurados,
los aspirantes de los demás equipos participantes tampoco ocultan sus
ambiciones, empezando por Carlos Sainz, que viene “siempre a ganar”,
mientras que Giniel De Villiers,
2º el año pasado y vencedor en 2009, dibuja una
situación que no deja lugar a dudas sobre la progresión de su vehículo
y, por qué no, sus intenciones: “Nuestro motor es más potente este
año, hemos mejorado la suspensión y el coche es aún más ligero. ¡Lo
tenemos todo en nuestra mano para ser más rápidos!”
Los
pilotos de élite del equipo KTM defenderán su primacía en las dos ruedas. Después de 12 victorias
consecutivas, las motos austriacas sienten la amenaza de la Yamaha de Despres, por supuesto, pero también miran de reojo al ambicioso tridente que presenta Honda (Rodrigues, Gonçalves
y Barreda). Ahora bien, los defensores cuentan con el refuerzo de
“Chaleco” López en el equipo “oficial”, donde Marc Coma hace su
reaparición tras verse abocado a permanecer en el dique seco durante
el año anterior. “Está muy bien haber acudido a esta cita, sobre todo
porque las sensaciones con esta
nueva moto son geniales”, relata el piloto catalán, quien deberá
recuperar su sitio en una escudería KTM que cuenta con muchos
aspirantes a liderar la manada, como por ejemplo Ruben Faria (2º en 2013) o David Casteu.
Se prevé la asistencia de 500.000
espectadores para transmitir toda su energía a los pilotos justo antes
de la primera etapa hasta San Luis… y en especial hasta el final en
Valparaíso, dos semanas y 9.000 km después. Prensa Dakar.
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